10 razones para elegir productos ecológicos

Los alimentos orgánicos, también denominados ecológicos, son alimentos sin aditivos o residuos de pesticidas. Además son una garantía frente a los alimentos modificados genéticamente y en los alimentos para animales (sin hormonas del crecimento ni antibióticos). De igual modo, la producción orgánica mantiene el agua subterránea más limpia y ayuda a conservar la biodiversidad.

1. Consumir alimentos sin residuos de plaguicidas = salud.
Al comer alimentos orgánicos, evitamos introducir en nuestro organismo los residuos de los pesticidas que los agricultores no orgánicos utilizan para matar las malas hierbas, plagas y enfermedades fúngicas.

Los pesticidas químicos son tóxicos, pero su uso es legal, siempre y cuando no se supere la cantidad máxima estipulada por las leyes vigentes. Pero pensemos: si me como una manzana con su máximo de toxicidad permitida, y luego unas verduras, y unos cereales … al final del día ¿qué cantidad de tóxicos habré ingerido? Sin embargo, la producción orgánica se basa en el principio de cautela y en el principio de que es mejor prevenir que curar. Por lo tanto, los agricultores orgánicos usan los propios mecanismos que la naturaleza utiliza por si sola para prevenir las enfermedades, plagas y malas hierbas en los campos, en lugar de «rociar» con pesticidas la manera de salir de los problemas. Por ejemplo, los agricultores orgánicos siembran diferentes cultivos en un misma parcela de un año a otro (lo que se denomina rotación de cultivos), lo que ayuda a prevenir las enfermedades en los cereales y verduras. Por otra parte, los agricultores ecológicos pueden utilizar plaguicidas orgánicos y/o biológicos en determinados casos, por ejemplo en caso de enfermedades fúngicas en los huertos. Estos pesticidas por lo general consisten en sustancias naturales, tales como infusiones de plantas, microorganismos o minerales, sin ningún tipo de toxicidad pra el ser humano.

2. Una comida con más sabor.
Las verduras y frutas orgánicas generalmente contienen más nutrientes y sabor y menos agua por kg que las verduras no orgánicas, lo que se traduce en un mejor alimentación.

3. Productos puros, sin aditivos.
Los alimentos etiquetados como orgánicos no llevan aromatizantes o edulcorantes artificiales. Dichos aditivos vienen descritos de forma general como E- y un número. En este sentido, la utilización de estos E- en los alimentos orgánicos es mucho más estricta que para los alimentos no orgánicos. La industria alimentaria en la UE en general permite el uso de 370 aditivos diferentes: colorantes, conservantes, emulsionantes, aromatizantes, etc. En los alimentos orgánicos, sólo 49 de estas sustancias están permitidas, 321 de ellas están prohibidas. Además, las 49 sustancias que están permitidas en productos orgánicos son de procedencia natural y solo se usan cuando son estrictamente necesarias. Por ejemplo, la pectina, que se extrae de limón y cáscaras de naranja, es esencial para dar una buena textura de la mermelada.

4. Los animales «orgánicos» tienen mejores condiciones de vida.
El bienestar de los animales es un factor muy importante en una granja ecológica. Un gran número de reglas muy específicas, acerca de los derechos de los animales, les aseguran unas condiciones de vida dignas. Por lo tanto, el consumo de leche orgánica y comer carne orgánica y huevos no nos dejará «un mal sabor de boca».

Los pollos, vacas, cerdos, gallinas y otros animales de una granja ecológica, tienen un gran espacio interior para moverse y conseguir alimento, así como acceso a zonas al aire libre, si el tiempo lo permite, lo cual es bueno para su propio bienestar y para prevenir enfermedades. Debe, en general, tener condiciones que se adaptan a su comportamiento natural y necesidades y su alimentación es siempre con piensos ecológicos. En raras ocasiones, debido sobretodo a malas cosechas, se acepta excepcionalmente una proporción no superior al 5% de componentes no orgánicos.

5. Los productos orgánicos no contaminan nuestra agua subterránea.
Los agricultores orgánicos no usan pesticidas sintéticos que pueden filtrarse en las aguas subterráneas y contaminar gran parte de ellas, como ya ha sucedido en algunas zonas de España y Europa. Esto significa que cuando usted compra productos orgánicos, también está ayudando a no contaminar el agua de residuos tóxicos.

6. Mantener la biodiversidad.
En las explotaciones orgánicas existe una mayor diversidad natural (insectos, plantas, aves, etc.) que en las convencionales. Una de las razones de ello es que los agricultores orgánicos no utilizan los pesticidas que se utilizan en convencional, normalmente llamados «de amplio espectro», ya que matan una gran diversidad de especies animales. Y otra razón es que utilizan menos fertilizantes que los agricultores no orgánicos, siendo éstos, además, fertilizantes orgánicos que mejoran la tierra proporcionándoles más vida.

7. Comer alimentos naturales es de sentido común.
La producción orgánica se lleva a cabo en armonía con la naturaleza. El agricultor orgánico deja que sus animales y plantas vivan y crezcan a un ritmo natural, con el uso de materias primas propias de la naturaleza. Por ejemplo, no se utilizan fertilizantes inorgánicos, ni hormonas sintéticas que se usan para acelerar el crecimiento y que dan lugar a frutas y verduras de menor calidad organoléptica y menor sabor.

8.¿Alimentos modificados genéticamente (OMG)? No gracias.
Los productos orgánicos son la mejor garantía contra los OMG pues están totalmente prohibidos en este sistema de cultivo. Cada día usted puede estar ingiriendo, sin saberlo, gran cantidad de alimentos modificados genéticamente (cereales, pastas, bolleria, carne, leche y un largo etc.), pues todavía no hay una ley que obligue a que los productos que en alguna fase de su procesamiento se haya incorporado alguna materia prima modificada genéticamente, lo especifiquen en su etiqueta. Por ejemplo, una carne de vaca no nos indicará que lleva algún producto transgénico pues es sólo carne de vaca, pero, a menos que sea orgánica, pueden fácilmente haber estado comiendo piensos modificados genéticamente toda su vida, sin nosotros, los consumidores, haber sido informados de ello; y esto es en realidad, con mucho, la práctica más común. Pero consideramos que esto no es nada justo, teniendo en cuenta que un gran número de consumidores no quieren comer alimentos modificados genéticamente. Por lo tanto, su mejor garantía contra los transgénicos, ya que la ley de momento no nos va a ayudar, es comprar productos orgánicos.

9. La etiqueta ecológica de la UE es sinónimo de control y garantía.
En la compra de un producto con la etiqueta ecológica de la UE, puede estar seguro de que las normas de producción orgánica se han cumplido en todo el proceso desde el campo del agricultor a la estantería en la tienda. Una empresa que trabaja con productos ecológicos y no ecológicos, por normativa, debe tener separados los dos procesos de producción y en ningún momento pueden mezclarse, ni siquiera por error. De lo contrario, la empresa puede ser multada y perderá su derecho a comerciar con productos orgánicos.

10. Los productos orgánicos y de comercio justo son buenos para los países en desarrollo.
Una serie de estudios internacionales demuestran que la agricultura orgánica puede ayudar a los agricultores pobres de África, Asia y América del Sur a producir más alimentos y ganar más dinero. Por lo tanto, es una ventaja para los agricultores cuando hay una etiqueta ecológica para el café, el banano y otros productos procedentes de estos países, y más aún cuando proceden de «Comercio Justo». En los últimos años, las ventajas de la agricultura ecológica ha provocado que cientos de miles de agricultores de países del tercer mundo cambien a la agricultura ecológica. De acuerdo con la organización internacional para la agricultura orgánica llamada IFOAM, el número de agricultores orgánicos en todo el mundo aumentó a 1,8 millones en 2010, es decir, 400.000 más que el año anterior. El aumento se ha producido principalmente en los países pobres del tercer mundo. En este caso, los agricultores a menudo pueden cosechar más de lo que solían hacer cuando no se aplicaban métodos ecológicos, y además de esto, se les da un precio más alto por los productos que venden. La India es actualmente el país del mundo con más granjas orgánicas registradas: 677.000. Pero a menudo, varios agricultores se registran como un grupo, y por lo tanto, el gobierno indio estima que hay más de un millón de familias que viven de la agricultura ecológica en este gran país.

Todo y que en Ecotenda no disponemos de producto fresco (de momento) apostamos por una alimentación sana y equilibrada basada en el consumo de frutas y verduras ecológicas. De igual modo os invitamos a visitar nuestra sección de Alimentación en donde podréis hallar mieles, mermeladas, vinos, pastas, etc. todo ello de procedencia ecológica y certificada.