Crema solar ecológica

Al principio de cada verano nos solemos preguntar de nuevo sobre la cuestión de la protección solar. ¿Cómo protegernos del sol? ¿Qué tipo de producto utilizar para nosotros, para nuestros niños? ¿Cuál es la diferencia entre una crema convencional y una crema ecológica? Etc. Etc. Aquí vamos a intentar aportar algunas respuestas.

Como todos sabemos, el sol es fuente de bienestar y de alegría. Una de las razones, es que los rayos UV del sol son necesarios para el cuerpo para generar vitamina D, y absorber calcio y fósforo, que son importantes para el cuerpo, y sobre todo unos huesos sanos.

Pero los rayos de sol. y más concretamente los rayos UVB y UVA, también pueden causar daños cuando nos exponemos demasiado a ellos. Los rayos UVB son los que causan las quemaduras directas mientras que los rayos UVA causan un envejecimiento prematuro de la piel. Los dos pueden dañar las células, y así contribuir a generar cáncer de piel.

Para protegernos contra ellos podemos cubrirnos buscando la sombra, o utilizar una de las múltiples cremas solares que hay en el mercado. Estas cremas se distinguen básicamente por dos criterios importantes: el factor de protección y el modo de protección.

El factor de protección indica el tiempo que uno puede exponerse al sol sin quemarse: Una persona que se quema en 10 minutos sin protección puede así exponerse 200 minutos con una protección del factor 20. Los factores son sin embargo valores medios, con lo cual conviene no ir hasta el máximo del tiempo calculado para evitar daños en la piel.

El factor indica entonces en primer lugar la protección contra los rayos UVB. Desde el 2009, una directiva Europea pide que el nivel de protección contra los rayos UVA sea al menos 1/3 del nivel de protección contra los rayos UVB, con lo cual las cremas que cumplen con este requisito, garantizan una protección contra ambos rayos. Se identifican con el sello “UVA” en el embalaje.

Sea el factor o la crema que sea, para bebés de menos de un año, se aplica la regla general de no exponerlos al sol.

En cuanto al modo de protección, básicamente existen 2 tipos de filtros solares: los filtros minerales y los filtros bioquímicos.

Los filtros bioquímicos son filtros que se utilizan en cremas solares convencionales, no son admitidos en cosmética ecológica. Como indica el nombre, son filtros que actúan de manera bioquímica convirtiendo los rayos UV en energía térmica. Una vez aplicada, una crema solar con filtro bioquímico necesita tiempo (generalmente unos 20 minutos) para interactuar con la piel y crear el efecto de protección. Varios trabajos de investigación, entre ellos uno de la Universidad de Zurich, han demostrado que estos filtros tienen efectos no deseados y pueden causar alergias e interferencias hormonales.

Los filtros minerales tienen un efecto físico con eficacia inmediata. Funcionan como mini-espejos que reflejan la radiación UV antes de que llegue a la piel. Los auditores de Öko Test en Alemania los recomiendan desde hace años, y todas las cremas solares ecológicas certificadas las usan.

Los dos filtros minerales más utilizados son el dióxido de titanio contra los rayos UVB, y el óxido de zinc contra los rayos UVA. Al tratarse de pigmentos, la gran desventaja de estos filtros es que dejan una huella blanca. Para luchar contra este efecto, algunos fabricantes como eco cosmetics, han integrado ingredientes como el aceite de espino amarillo que reducen el efecto blanqueador en sus cremas. Pero, sobre todo, han ido disminuyendo el tamaño de los pigmentos. Así, dejan menos huella y además aumentan el factor de protección.

Sin embargo, han ido creando un nuevo problema, el de las nano partículas: ingredientes cosméticos de un tamaño entre 1 y 100 nanómetros. La gran pregunta de las nano partículas, es si llegan a penetrar en la piel, y en el caso de que sí lo hagan, cuales son los efectos que causan.

La organización “Environmental Working Group” de Estados Unidos llega a la conclusión de que las nanopartículas son menos peligrosas que los filtros bioquímicos, y entonces preferibles, si se busca un filtro de alta protección. Otros organismos oficiales como el Instituto Nacional de Evaluación de Riesgos (BFR) alemán no ven peligrosos el uso de nano partículas en cosméticos en general.

Sin embargo, también hay organizaciones de protección medio ambiental y de defensa de consumidores que insisten en que de momento no está probado ni el peligro ni la inocuidad de las nano partículas, con lo cual se debería de aplicar el principio de precaución. Y ésa es también la línea seguida por los certificadores de cosmética ecológica como por ejemplo Ecocert: Se prohíbe el uso de nano partículas intencionalmente producidas.

Los fabricantes ecológicos como Eco Cosmetics, Eubiona, Santé y Lavera, confirman que utilizan partículas algo más grandes que 100nm, de acuerdo con los criterios de la cosmética ecológica. Al mismo tiempo reconocen, sobre todo en sus productos de protección alta que puede haber algunas partículas que sean más pequeñas, razón por la cual algunas cremas solares ecológicas tienen que declarar ingredientes “nano” en sus embalajes (en base de una Directiva Europea de Julio de 2013).

Conclusión: Para obtener factores de protección muy altos, los productos – incluso los ecológicos – son cada vez más técnicos y los pigmentos más pequeños. En cada uno está evaluar si confía en ellos, o si prefiere utilizar cremas de protección más baja en combinación con menos exposición al sol.

En todo caso, además de su filtro mineral, a las cremas solares ecológicas les quedan todas las ventajas de una cosmética ecológica certificada: libres de colorantes, conservantes o perfumes sintéticos. Sus ingredientes principales son extractos y aceites vegetales, como por ejemplo aceite de oliva, manteca de karité, etc., de procedencia de cultivo ecológico, que aportan protección e hidratación y tienen poco riesgo de alergias.

Finalmente, también es interesante mirar el embalaje: varias empresas ofrecen ahora productos con embalajes “air less” (por ejemplo eco cosmetics). Estos embalajes son muy útiles para la playa o para gente que utiliza una protección solar muy de vez en cuando porque al no permitir el contacto de la crema con el aire se conservan mucho mejor incluso en la playa.

Mark Verlohr